Por qué hacer ejercicio con movilidad reducida

Motivos para ejercitarse si tienes diversidad funcional

Una de las principales causas es que el nivel de sedentarismo es mayor entre la población con problemas de movilidad que entre la población que no los tiene. El hecho de moverse con más dificultad, ya vayas en silla de ruedas, muletas, andador, etc. hace que te muevas mucho menos y el consumo calórico sea muy bajo. Estás más cerca del sedentarismo por ese motivo.

En muchos casos, el nivel de condición física de las personas con diversidad funcional no llega al mínimo para poder desarrollar una vida con plena autonomía, a tener una calidad de vida digna y a poder tener una vida social normalizada.

La media de indicadores de salud relacionados con las capacidades físicas de la población con alguna discapacidad, están por debajo de lo que la ciencia considera saludable. Por tanto, son mucho más propensos a ciertas enfermedades, por el simple hecho de tener una mala forma física. Desde problemas cardiovasculares, obesidad y sobrepeso, lesiones de hombros por sobreuso de la articulación, más infecciones de orina, y otras muchas que seguro que conoces perfectamente.

Incrementando los valores de fuerza, de resistencia muscular, el consumo máximo de oxígeno, la movilidad articular, la estabilidad central y otras muchas cualidades, mejorarás tu salud, tu calidad de vida y tu humor!!!

Y ya te hemos comentado…y siempre, lo podremos hacer en familia. Tan sólo debes seguir nuestros consejos, que son los de un equipo especialista en entrenamiento, salud y movilidad reducida.

Pero cuidado, recuerda que siempre debe ser un profesional del ejercicio físico el que tras evaluar a la persona, realice los mejores ejercicios adaptados para ti.

Haz click en el vídeo a continuación para verlo.

En este vídeo, te muestro un ejemplo de ejercicio inclusivo. Verás que lo ejecuta una persona en silla de ruedas y la otra de pie. Siempre te proponemos que realices actividad física con otras personas, sin importar  la condición de cada persona.

Por ese motivo, estos ejercicios son válidos para personas con ictus, con lesión medular, personas mayores con mala movilidad, personas que se mueven perfectamente. Así que no lo dudes. Mira el vídeo y disfrútalo

Si eres una persona con diversidad funcional es fundamental que hagas ejercicio físico. Se ha demostrado que mejora tu calidad de vida, tu esperanza de vida y tu salud.

Por ese motivo te invito a cliques en el botón y veas todo lo que hemos preparado para ti.

Disfrútalo

1. Mejora de la salud cardiovascular: El ejercicio puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y derrames cerebrales al mejorar la circulación sanguínea y el ritmo cardíaco.
2. Fortalecimiento muscular: El ejercicio puede ayudar a fortalecer los músculos y aumentar la masa muscular, lo que puede mejorar la capacidad de movimiento y la independencia.
3. Mejora del equilibrio y la coordinación: El ejercicio puede ayudar a mejorar el equilibrio y la coordinación, lo que puede reducir el riesgo de caídas y lesiones.
4. Mejora del bienestar mental: El ejercicio puede ayudar a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, así como mejorar el estado de ánimo.
5. Mejora de la calidad de vida: El ejercicio puede ayudar a las personas con discapacidad a sentirse mejor consigo mismas y aumentar su autoestima, lo que puede mejorar su calidad de vida en general.

Sí, las personas con movilidad reducida pueden hacer ejercicio. Sin embargo, es importante que consulten con un médico o un fisioterapeuta antes de comenzar un programa de ejercicio para asegurar que el ejercicio es seguro y adecuado para sus necesidades específicas.

Los ejercicios de bajo impacto, como caminar, nadar, andar en bicicleta estacionaria, y practicar yoga son ideales para las personas con movilidad reducida. También es importante incluir ejercicios de fortalecimiento muscular para ayudar a prevenir la pérdida ósea y de masa muscular.

Las personas con movilidad reducida pueden adaptar el ejercicio a sus necesidades específicas utilizando ayudas para el ejercicio, como andadores, bastones, o sillas de ruedas, y aumentando o disminuyendo la intensidad, la frecuencia y la duración del ejercicio.

Se recomienda que las personas con movilidad reducida hagan al menos 30 minutos de ejercicio moderado cada día. Sin embargo, si no se pueden hacer 30 minutos de una sola vez, se pueden dividir en sesiones más cortas de 10 minutos cada una.

Las personas con movilidad reducida pueden tener un mayor riesgo de lesiones debido a una mayor fragilidad ósea y a problemas de equilibrio. Por lo tanto, es importante que consulten con un médico antes de comenzar un programa de ejercicio y que sigan las instrucciones adecuadas para evitar lesiones.